Diario del Mundial: Argentina - Australia, el 10 y el peso de las camisetas
Con el canguro insigne en el escudo, más pasión por el surf que el fútbol, Australia es un país que aparece en ciertas comparativas con Argentina. Estas son vagas, reduccionistas y tendenciosas, e intentan trazar líneas de análisis en paralelo entre dos países con supuestas condiciones históricas, geográficas, meridionales y de desarrollo muy similares. Claro, la trampa está en ver dónde uno sigue el rumbo del progreso y otro no. Por un lado tenemos el pueblo argentino, latino, deudor y pendenciero; por otro, una ex-colonia inglesa que tiene su propio dólar, estabilidad, grandes playas y argentinos haciendo work and holiday
Si vemos rápidamente la historia del rock, tenemos aportes australianos significativos como AC/DC y Nick Cave. En el fútbol son nulos y el futuro no piensa ser muy distinto. La llegada a esta instancia del Mundial contabilizaría como su máximo logro. Ya estaban casi hechos. Adelante tenían a la selección Argentina y puede decirse que no lo hicieron mal hasta que apareció la irrupción mesiánica. Al equipo de Scaloni le costó antes de llegar al gol. Sin ser titubeante con la pelota pero tampoco agresivos, estuvo a la espera. En la segunda etapa floreció el juego con más espacio, copando el campo australiano con presión, buenas pelotas rápidas y un Messi protagonista con mucho encare.
Lo que diferenció este encuentro de otros entre potencias y equipos menores (Brasil-Corea, Portugal-Suiza, Francia-Polonia) es la eficacia. Goles errados y falta de precisión en los últimos metros que nos hicieron sufrir más de la cuenta. Y lo que se erra se paga en el arco propio ¿Recuerdan la final con Alemania? Por suerte, Dibu nos salvó la última.
¿Sigue muy tensionado el equipo, más allá de lo normal para este torneo? Ya lo dijo Mascherano y lo revalidó Luis Enrique: no hay jugador que tenga tanta presión como el argentino. Con más frialdad y cabeza, para mantener nuestro sistema y romper el del otro, somos campeones. Da fé la solidez defensiva -ellos encontraron un gol increíble-, la entrega, el buen pie y los desequilibrios de muchos jugadores dentro del aceitado juego colectivo. La próxima parada holandesa diríamos que es el Mundial realmente existente.
Comentarios
Publicar un comentario