D.d.M.: Argentina-Croacia o cómo tramitar el pasaporte a la Eternidad

En la sinfonía del mundial “Guerreros de la Scaloneta” el partido contra Croacia tiene su lugar de composición perfecto: después de la máxima tensión y dramatismo holandés, la distensión y el goce, antes del evento colisionante de la Gran Final. Digamos que era un encuentro que se lo merecía la selección, porque había demostrado esa capacidad de imponerse a partir de buscar el juego, conexiones de buen pie y cabeza templada, del mediocampo a la delantera, sumado la conducción iluminada de Lionel y el sentido arácnido y letal de Julián para transformar diferentes situaciones en oportunidades de gol. Sin embargo, hubo que esperar al primer gol para entrar en esa zona de confort. De a poco fuimos acomodándonos en los sillones. El mediocampo croata era duro y dinámico pero sus buenos atletas y pasadores se quedaban con pocas ideas al llegar a nuestra área. Ahí, supongo, el DT decidió ceder un poco la posición para salir rápido, táctica apreciable y no tan explotada con la que ...